Alianza por el agua:
Lavín trabaja por llevar agua potable
Claramente el apolítico siempre va a ser noticia. Nuestro país está acostumbrado a la política, pero a la política farandulera. A los dichos intencionados he interesados, ósea a lo que no aporta y estanca y por tanto, al no gobierno, al que no se opone.
Los dichos de Lavín una vez más llama la atención de la opinión pública. Y el debate político vuelve a encontrar un tema nutritivo. ¿Joaquín Lavín, un camaleón?, ¿La tercera será la vencida?, y lo que desgasta aún peor la discusión ¿Joaquín se volvió loco? Esto señores es mera politiquería.
Los dichos de Joaquín Lavín para muchos de la oposición, son tremendamente desleales y ofensivos, pero aunque molesten reafirma, una vez más, su estilo. Una mezcla de honestidad y realismo, ya que sus declaraciones son clases “del arte de gobernar” tanto para la oposición como para el oficialismo. El decir ser aliancista-Bacheletista, me parece no solo de caballero, sino la de un cristiano normal, conciente del prójimo que hace bien su labor de oposición, cuando tiene que serlo y de conciliador, cuando se trata de trabajar por un país.
Por Josefina Salas
Lavín trabaja por llevar agua potable
Claramente el apolítico siempre va a ser noticia. Nuestro país está acostumbrado a la política, pero a la política farandulera. A los dichos intencionados he interesados, ósea a lo que no aporta y estanca y por tanto, al no gobierno, al que no se opone.
Los dichos de Lavín una vez más llama la atención de la opinión pública. Y el debate político vuelve a encontrar un tema nutritivo. ¿Joaquín Lavín, un camaleón?, ¿La tercera será la vencida?, y lo que desgasta aún peor la discusión ¿Joaquín se volvió loco? Esto señores es mera politiquería.
Los dichos de Joaquín Lavín para muchos de la oposición, son tremendamente desleales y ofensivos, pero aunque molesten reafirma, una vez más, su estilo. Una mezcla de honestidad y realismo, ya que sus declaraciones son clases “del arte de gobernar” tanto para la oposición como para el oficialismo. El decir ser aliancista-Bacheletista, me parece no solo de caballero, sino la de un cristiano normal, conciente del prójimo que hace bien su labor de oposición, cuando tiene que serlo y de conciliador, cuando se trata de trabajar por un país.
Por Josefina Salas